Enviado:
jueves, 21 de febrero de 2008 12:14:29 p.m.
Para:
Alejandro Motta (alejandromotta@gmail.com)
[http://www.alejandromotta.blogspot.com]
Estimado director del programa dOMINIO PúBLICO:
Vuelvo a escribir a ese prestigioso programa, con el optimismo de tender un puente entre el discernimiento del juez español de menores, Emilio Calatayud (*), y el (radioclip sobre el) adultismo (**) de Radialistas.Como no soy ningún académico, me gustaría que el Doctor Gabriel Motta de Oiga Doctor, evaluara mis precarias reflexiones, puesto que mientras existan pulseadas entre las dos formas de pensar, jamás se podrá poner en claro los límites entre la realidad y la trivialidad.
Un realidad que muestra visualmente cómo la alta competitividad puede crear pautas para las desviaciones de conductas, lo cual, agravado por un paupérrimo clima familiar, es ideal caldo de cultivo para la delincuencia.
Y si miramos en nuestro derredor, observaremos la competencia que se da a fin de año en las escuelas, entre las madres para que sus hijos sean los abanderados.
Ante tal panorama, comienzo a pensar que hasta en las pequeñas cosas, la sociedad contribuye bastante poco con el rescate de valores.
De la alimentación depende el potencial humano. Un niño nace con todas las neuronas cerebrales, pero las prolongaciones de éstas deben recubrirse de una sustancia llamada mielina antes de los cuatro años. Si no hay alimentación suficiente para formar mielina, las neuronas se atrofian y los niños desnutridos pierden hasta un cuarto de las neuronas cerebrales. Además, para formar antes del nacimiento las 11.000 millones de neuronas que tiene una persona normal, debe haber una buena alimentación de la madre. Así que todo el potencial humano se logra por lo menos con dos generaciones de buena alimentación.
Por ello, para no caer en la desigualdad natural de los alumnos y en el vicio del darwinismo, se me ocurre una idea para las escuelas de contextos críticos. Consiste en la entrega de una medalla, bajo el nombre de "Referentes Ciudadanos" a los escolares de quinto y sexto año que tengan las mejores conductas. Una medalla que de un lado tenga la leyenda de Referente Ciudadano y la fecha del año, y del otro lado el grado que cursan, para que a través de la memoria visual puedan educarse emocionalmente.
Porque a los abanderados se los elije por la inteligencia, restándole importancia a la inteligencia emocional, y esta última es lo único que puede salvar a las sociedades modernas de las desesperanzas y fatalismos que las empujan a la decadencia. Una idea para el debate del Ministerio de Educación y Cultura, el Consejo de Educación Primaria y el INAU. En vez de colocarle el freno de mano a un mundo tan competitivo, enseñarles a competir por las causas que ayuden a mejorar la convivencia humana, para los alumnos aprendan desde temprana edad, que sin importar tanto su nivel de inteligencia, siempre pueden llegar a ser útiles a la sociedad y a través de su comportamiento.
Sin más, se despide un firme oyente de dOMINIO PúBLICO, el cual desea a ti y al Dr. Motta, un buen año en lo personal y profesional.
Luis A. Gomez "Sorri"
P.D.: A la bandera la entregarían al año siguiente y las medallas lo acompañarían por el resto de su vida, como testimonio de su conducta escolar.
Ser abanderado es honor e identidad, mientras que una medalla a la conducta sería el primer paso rumbo al respeto y la responsabilidad.
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NOTAS COMPLEMENTARIAS:
(*)Se puede escuchar la exposición del juez Emilio Calatayud, en el siguiente sitio:
LT10: Un juez de menores reflexiona sobre la relación con los hijos.
(**)El material sobre el adultismo está disponible en el siguiente enlace:
Radialistas: No tienes edad para entender
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Publicado por Alejandro M.C. para dOMINIO PúBLICO el 2/21/2008 01:22:00 PM
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Alejandro Motta Castro
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